¿Qué sucede cuándo el arte acude a la naturaleza desde unas prácticas contemporáneas que nada tienen que ver con aquella representación del paisaje dentro de un marco -literalmente- contemplativo? Proyectos como Intravía, de Gerard Ortín, un artista cuyo trabajo transita entre los componentes psíquicos, icónicos y metafóricos de la naturaleza. Y que, a su vez, obliga al espectador a convertirse en un explorador que también ha de transitar por esta naturaleza psíquica, ya sea atravesando en grupo espacios naturales pero manipulados por el propio artista, o bien tratando de descifrar aquella abstracción que sobreviene cuando la naturaleza se fragmenta, se descompone y se teatraliza.
Esnorquel habla con Gerard Ortín sobre su último trabajo, Intravía, una ruta nocturna por Collserola, sobre la contrucción y la dramatización del paisaje y sobre la función del artista a la hora de construir espacios de mediación con la audiencia basados en la puesta en práctica de un factor experiencial que no se active exclusivamente desde un marco visual.