#43
Claudia Pagès
21.04.2018 descargar

  • 00:00
    Buscar trucos para nunca escribir
  • 02:56
    Lenguaje como materia. edición y multiplicidad
  • 05:32
    Talk Trouble: desarraigo e individuación
  • 08:21
    Lenguaje y objetos: cuerpos en el espacio
  • 14:22
    Empathy: procesos de empatía en el trabajo
  • 16:34
    Acts on the table: trabajo, comunidad y flexibilidad
  • 19:32
    Her Hair: escritura y compost
  • 22:44
    Throat and Column: a-dicción
  • 26:50
    Salir del contexto
  • 28:12
    La música como excusa

En Los Argonautas Maggie Nelson recupera a Wittgenstein cuando afirma que lo inexpresable está, inexpresablemente, contenido en lo expresable. Aunque descubrí esta idea después de hablar con Claudia Pagès sobre sus procesos de escritura y su trabajo con el habla y el lenguaje, la afirmación de Wittgenstein a través de la voz -y el cuerpo- de Maggie Nelson, reaparece de nuevo con ella. Hablar de lenguaje y escritura tiene algo de bordear lo inexpresable sin poder llegar a ello. De hecho, la conversación con Claudia empezó de manera metarreferencial: hablando sobre el habla. Y haciéndolo, además, desde el cuerpo, que apareció de inmediato para contradecir la supuesta inmaterialidad con la que se ha pensado y construido el lenguaje a través de la filosofía. Sin materia no hay lenguaje. Maggie Nelson se pregunta cómo es posible que las palabras no sean lo suficientemente buenas. Y si no lo son es por el protagonimso del contenido sobre el continente. La calidad del significado de las palabras parece ser su aspecto más importante. Quizás hay palabras que son especialmente buenas por la sonoridad que producen. Por el tono al que invitan o imponen. Por lo que evocan o hacen aparecer y no tanto por lo que dicen. También por la materialización del habla que permiten. Pero el sonido también se piensa frecuente y erróneamente desde la inmaterialidad. Puede que la insuficiencia de las palabras se haga más evidente cuando las pensamos desvinculadas del cuerpo que habitan, ni que sea por momentos. Al igual que esmalte de uñas del que habla Simon Asencio, las palabras existen porque insisten. En nuestros cuerpos, no sólo en los textos que escribimos. Como también insiste Claudia en repetir muchas veces la misma frase o palabra durante sus performances. Pero el lenguaje no es sólamente palabra. Es también una activación constante de lo inexpresable. Algo a lo que el discurso, entre entidad mitológica de nuestro presente y organismo de control, no puede acceder. Sin embargo, su poder de atracción y explicación es tan grande que ha terminado por reducir el cuerpo -aquello que aparentemente no es discurso- a una serie de discursos en torno al cuerpo. Frases como esta son un ejemplo de ello. De hecho, Siri Husvedt lo dice de manera muy clara desde su compromiso con el lenguaje ordinario cuando afirma que “all human states, including anger, fear, sadness, and joy, are of the body.

La escritura de Claudia Pagès es algo que se resiste al sometimiento de la práctica artística por el discurso. También Claudia se resiste a ello. Su escritura sucede literalmente en movimiento. Es un tránsito que va y viene: de la escritura al habla y del habla a la escritura. El estatismo de la escritura como ficción. Por el contrario, la de Claudia se va haciedo, editando, re-escribiendo. Convive con ella. Con sus rutinas, con sus cosas, con sus emociones. Ocupa su cuerpo, pero también transita por objetos y colores. De hecho, los textos de sus proyectos son la mejor explicación de sus procesos. La teoría como un ruido molesto. De hecho, muchas de mis preguntas transportaban la contradicción -y la molestia- de pedirle a Claudia que contase con otro lenguaje lo que ya ha dicho tanta veces a su manera. Con su lenguaje. El proyecto como proceso pero sin la mística estética del proceso. La dimensión performativa del habla y no tanto de las palabras y sus singnificados. La escritura como compost. Al igual que el pelo que se nos cae o nos quitamos del cuerpo. Restos de nuestra vida que quizás dejamos en la vida de otros. De nuevo Siri Husvedt, esta vez citando a Merleau-Ponty: The body’s role is to ensure metamorphosis.