Como cuenta Ariadna Guiteras, Hadria fue la primera persona que le enseñó a hacer pan durante su estancia en Londres. Durante aquel encuentro privado entre ambas aparecería una de las frases que dan forma al texto de “Gentle Bread“. Hacer pan, como follar, es un privilegio burgués. El privilegio al que se refiere Hadria no aparece explícitamente en la frase. Se trata del tiempo, algo que no tenemos pero que perdemos continuamente. Para hacer pan -y muchas otras cosas, entre ellas, follar- hay que tener tiempo. Quizás los ingredientes para hacer un buen pan son más fáciles de conseguir que los que se necesitan para tener buen sexo. Cuando escuché a Ariadna poner voz a su texto en múltiplos, recordé algo que una vez me dijo mi padre. Que las panaderías y las funerarias eran un negocio más seguro que otros. Al fin y al cabo, remarcó, comemos pan todos los días y todos los días se muere alguien. En esta afirmación el tiempo también aparece, aunque lo hace desde otras perspectivas: la de la repetición de un mismo gesto que produce una temporalidad en bucle y la de la demarcación de un final para aquello que medimos temporalmente, la vida. El tiempo reiterativo es algo que aparece en otros trabajos de Ariadna. En su performance “A natural body / Healthy Gestures”, la repetición obstinada de ciertos gestos cotidianos convierte el autocuidado en una forma de autocastigo físico. El revulsivo que se vuelve patología. Un desplazamiento parecido al del pan artesanal: de comida de pobres a comida de ricos.
En “Strata”, sin embargo, Ariadna abre la posibilidad de una temporalidad feminista. Una historia sin principio y sin final que ya existe en otra parte. Está debajo de nuestros pies, en la composición de los estratos geológicos en relación al movimiento constante de la Tierra. Una historia narrada por una voz ancestral que es singular y múltiple a la vez. Que aparece gracias al cuerpo ausente de Ariadna pero que es capaz de invocar muchos otros cuerpos, estados, emociones y momentos. La voz de Strata es una voz políglota: usa diferentes idiomas y metaboliza muchas otras voces. Podría incluso parecerse a la masa del pan. Por la necesidad de un tiempo paciente para llegar a existir, pero también por la combinación indiferenciada de sus elementos. Like a wound that needs to be cleaned, she licks the surface of what used to be her own shape. Her purpose is bigger than her existence but she doesn’t know that yet.
