El cómic, también la ficción, podría entenderse como un medio y no tanto como un género narrativo. Sin perder su conexión con el ámbito editorial, la práctica artística de Francesc Ruiz extiende el cómic al contexto del arte contemporáneo, dotándolo de aquella dimensión espacial que habitualmente determina el contexto expositivo. A la hora de definir el trabajo de Francesc Ruiz surge una tipología, la de cómic expandido. Esta definición, que lo emplazaría dentro de un contexto que aparentemente no le es propio, le permite a Francesc Ruiz una idea de expansión que también se percibe en sus contenidos. El cómic sería entonces un medio con el cual manejar, analizar, reasignar y criticar explícitamente diferentes aspectos de la realidad social.
En el trabajo de Francesc Ruiz el cómic deriva de una estrecha vinculación con la idea del “prosumer” (aquel sujeto que es productor y consumidor a la vez), con la “fanfiction, el “fanart” o con la ingente producción en viñeta de contextos culturales como el japonés. Apropiándose de géneros como el yaoi o el bara, de las biblias de Tijuana y de muchos de los iconos de la sociedad occidental, la práctica artística de Frances Ruiz apuesta por la ironía como estrategia de crítica social. Una ironía gay donde la carga erótica va más allá de la aparente broma para cuestionar, mediante la ficción, la homofobia implícita en muchos estratos sociales. Desde la política al deporte, pasando por la religión, internet o la música, la práctica artística de Francesc Ruiz es un manual para una alteridad posible.
En un recorrido marcado por lo autobiográfico, esnorquel habla con Frances Ruiz sobre la relación del cómic con su trabajo, sobre los diferentes contextos de producción de cómic que ha investigado y que ha querido introducir en su práctica, sobre el comisariado experimental y sobre ciertos aspectos del contexto barcelonés actual.